El pasado sábado 28 de agosto se publicó en el periodo El Correo un artículo muy interesante sobre la problemática que sufren varios edificios con valor patrimonial ubicados en el Casco Viejo y Ensanche del XIX de la ciudad de Vitoria- Gasteiz. Nuestra compañera Veronica Benedet fue invitada a opinar sobre esta situación, junto a otras personas especialistas, el historiador Hugo García de la Asociación Álava medieval y la directora de la Sociedad Landazuri, Carol Elsden.
Veronica Benedet apuntó varias ideas claves en relación a la conservación de estos edificios históricos: por un lado, recalcó la importancia de volver hacia los centros históricos y refuncionalizar sus edificios buscando “un apropiado uso que respete los valores formales, constructivos, estructurales e identitarios de los bienes” y por el otro lado, un mantenimiento constante y adecuado de su materialidad. En este sentido señaló que “dejar a los edificios históricos en desuso es condenarlos a su pérdida con el paso de los años. Su refuncionalización y reuso es la única vía posible para revertir esta problemática y darles nueva vida a nuestros edificios históricos. El uso los reactiva y los mantiene vivos.”
Respecto al fachadismo, fue determinante considerando que “estas prácticas no tienen nada que ver con la conservación del patrimonio arquitectónico. Con la bandera del fachadismo se han tomado la libertad de destrozar centros históricos y edificios en muchas ciudades. Es fundamental hacer un análisis histórico-constructivo de los edificios históricos para comprender qué valores deben mantenerse y conservarse.”
Finalizó la entrevista apoyando la idea de “elaborar un plan consensuado para los edificios que hoy están en manos del ayuntamiento” y concluyó reflexionando que a veces se corre “el riesgo de poner el foco únicamente en acciones medioambientales, en detrimento del patrimonio construido. Cuidar el medio ambiente es también potenciar la economía circular y en este punto hay acciones que son imbatibles: volver hacia los centros urbanos, refuncionalizar los edificios, incorporar la naturaleza en las zonas centrales e incentivar a la población a vivir en una ciudad de 15 minutos. Todas estas acciones conjuntas también ayudan a la mejora medioambiental.”
Esperemos que a la brevedad, podamos ver respuestas concretas a esta situación para que estos edificios vitorianos vuelvan a recuperar su esplendor.
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